10 May Mi hijo tiene manchas en los dientes, ¿qué se puede hacer?

Últimamente cada vez atendemos más consultas de padres preocupados por las manchas que han aparecido en los dientes de sus hijos. Estas manchas suelen aparecer en los primeros molares permanentes (que erupcionan alrededor de los 6 años) y a veces también en los incisivos permanentes. Esta alteración recibe el nombre de “hipomineralización incisivo-molar” y las manchas presentan un color que varía del blanco mate al amarillo o incluso marrón en casos más avanzados. El esmalte con esta alteración es frágil y puede desprenderse con mayor facilidad y favorecer así la aparición de caries y sensibilidad dental. Los niños con problemas de salud durante los tres primeros años de vida son más propensos a padecer esta enfermedad, aunque sus causas no están claras y podrían influir otros factores de riesgo, como la enfermedad celíaca.

En estos casos el diagnóstico temprano es importante para favorecer la remineralización de los dientes afectados y controlar la evolución. En la consulta se aplicarán barnices de flúor y se enseñarán técnicas de higiene oral adecuadas, ya que a veces los pacientes no cepillan esas zonas por la sensibilidad que les produce. Se recomienda en ese caso el uso de cepillos suaves y dentífricos adecuados, así como la utilización diaria de  geles con péptidos derivados de la caseína con calcio y fosfato añadido por su acción remineralizante. También se valorará el uso de colutorios adecuados a la edad del paciente.

Para prevenir caries y fractura de zonas debilitadas en esos dientes, es interesante analizar la dieta del paciente y en caso de ser necesario, aplicar selladores de fisuras en las zonas con alto riesgo de caries (caras masticatorias de las muelas).

Además de estas manchas, es importante subrayar que existen otras manchas cuyo origen no tiene nada que ver con esta alteración, como las lesiones iniciales de caries, las lesiones por fluorosis, por defectos estructurales del diente, por tinciones de causas externas o internas, etc. Para ello, es importante un diagnóstico completo que nos permita aclarar la causa real y decidir el tratamiento adecuado en cada caso.